GUADALAJARA. Seis hombres encapuchados que portaban armas de grueso calibre irrumpieron en una vivienda de Tlaquepaque, donde sometieron a un matrimonio y a sus tres hijos. El padre y dos jóvenes fueron ejecutados, mientras que la madre y una menor sobrevivieron amordazadas.La masacre ocurrió en los primeros minutos de ayer en el domicilio marcado con el número 179 de la calle San Martín, colonia La Duraznera.
El supervisor de la policía municipal, Jaime Pamplona, informó que “los sujetos entraron por la azotea, descendieron, tocaron al pórtico y al abrir uno de sus vástagos entraron y los sometieron a todos. Se llevaron a los hombres al baño y a las mujeres las ataron de pies y manos dentro de una recámara. Ellas escucharon todo”, agregó.
En el baño quedaron los cuerpos de José Luis Gómez Bustos, de 48 años, así como los de Julio César y Luis Óscar, de 22 y 25 años.
Al iniciar las indagatorias, agentes del área de homicidios intencionales de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Jalisco (PGJEJ) advirtieron que vecinos de la colonia señalaron que la casa operaba como narcotiendita.
Emilio critica violencia
El gobernador de Jalisco, Emilio González, se solidarizó con la familia de las niñas que murieron en una balacera, a principios de semana, y criticó la violencia en el norte del país.
“Reflexionemos lo siguiente: ¿por qué Ciudad Juárez es la ciudad con más homicidios en el mundo?, ¿por qué la gente ya no quiere vivir en Monterrey?, ¿por qué las inversiones se van de varias regiones del país?, la respuesta es porque, en su momento, las autoridades locales se preocuparon más por ganar la siguiente elección y cuidar la imagen personal que en resolver los problemas de fondo”.
En Monterrey, Nuevo León, tres presuntos delincuentes murieron en un enfrentamiento con militares. El evento que desató el enfrentamiento ocurrió minutos antes, cuando los sicarios ejecutaron a un policía en la colonia Roma. En Nayarit fueron hallados los restos de nueve hombres y una mujer.
El Ejército se enfrentó con delincuentes que se refugiaron en una vivienda en la periferia de la capital veracruzana, ciudad en la que además se reportaron ataques armados contra viviendas y vehículos.
