Monterrey.- Para el vocero de Seguridad del estado de Nuevo León, la guerra contra la delincuencia organizada tiene un tamaño específico: alrededor de cuatro mil integrantes de dos bandas que pelean en las calles de Monterrey el dominio de la plaza.
Jorge Domene Zambrano dijo lo anterior al diario canadiense The Globe and Mail, que publicó un texto firmado por Paul Waldie con el título “La policía se hace de la vista gorda ante carteles de la droga en Monterrey”.
El texto señala que en Nuevo León la corrupción policial es tan flagrante que los funcionarios del Gobierno “creen que al menos la mitad de la fuerza está en la nómina de las bandas” de narcotraficantes.
“Nuestros policías no tienen nada qué perder”, cita el rotativo a Domene Zambrano. “Por eso es muy fácil que los retengan los malos”.
En el reportaje, Waldie describe la iniciativa recién lanzada por el Gobierno del Estado, que reemplazará los 51 cuerpos policiacos municipales por la llamada Fuerza Civil, en un programa que describe como “el esfuerzo antibandas más ambicioso emprendido por cualquier estado de México”.
El texto publicado en The Globe and Mail dice que la prosperidad y la paz de Monterrey terminaron cuando llegó a la ciudad la guerra entre el cártel del Golfo y su antiguo brazo armado, Los Zetas. Estos grupos rompieron hostilidades hace alrededor de dos años y Monterrey “está sintiendo el efecto”.
El resultado ha sido un aumento en el número de asesinatos, los tiroteos, entre otros delitos.
“Es muy fácil de explicar”, dijo Domene Zambrano. “Nuestro Presidente les declaró la guerra a estos tipos. Es por eso que usted ve al Ejército, la Marina y la Policía Federal en las calles. Los estados no estaban listos para eso”.
Agrega que según estimación del funcionario, hay cuatro mil miembros de los cárteles de Los Zetas y el Golfo en la ciudad... pero está convencido de que las acciones del Gobierno están funcionando.
En otra entrevista, ya en Monterrey, el funcionario estatal atribuyó el liderazgo nacional en captura de policías espías o halcones a las reformas legales aprobadas recientemente y que facultan a la autoridad a actuar en forma severa contra estos elementos.
“Somos el único estado en donde castiga el halconeo con una pena grave, y esto ayuda a que estos números incidan en ser el número uno en ese sentido”, manifestó Domene.
