CARACAS, VENEZUELA (19/SEP/2011).-Las autoridades locales deportaron el lunes a seis colombianos, dos de ellos integrantes de las FARC, y un estadounidense, que fueron capturados este año en territorio venezolano y que son requeridos en sus países de origen por los delitos de narcotráfico, secuestro y homicidio.
El ministro de Relaciones Interiores, Tareck El Aissami, anunció el lunes, desde el aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía, la deportación de los colombianos José Reyes Galarza, Jorge Santaella Ayala, Raúl Peña Buitriago, Rubernei Vergara, Yesid Ríos Suárez, y Didier Ríos Galindo.
Los seis detenidos, que fueron capturados por los cuerpos de seguridad entre los meses de mayo y julio en la capital y los estados Táchira y Carabobo, fueron entregados en el aeropuerto a funcionarios colombianos.
El Aissami dijo a la televisora estatal que Reyes Galarza, Santaella Ayala, Vergara, Ríos Suárez y Ríos Galindo son requeridos en Colombia por delitos vinculados a la producción y tráfico de drogas, y lavado de dinero, mientras que Peña Buitriago es solicitado por secuestro extorsivo y homicidio.
Ríos Suárez y Ríos Galindo son señalados de integrar el frente XVI de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), según informó el gobierno venezolano.
Asimismo, las autoridades deportaron hacia su país de origen al estadounidense Lionel Scott Harris, 67 años, quien fue capturado el pasado 20 de marzo en una playa de la Isla de Margarita. El ministro indicó que era requerido por la Interpol por el delito de tráfico ilícito de drogas hacia Estados Unidos, Asia y Europa.
La Embajada de Estados Unidos en Caracas dijo a la AP en un comunicado, que difundió a través de un correo, que daba la bienvenida a la deportación de Harris, quien era solicitado por las autoridades estadounidenses desde 1991 por varios cargos, y que esperaba reanudar por completo la cooperación en el combate al narcotráfico que amenaza a ambos países.
"No nos vamos arrodillar ante ninguna política extranjera", dijo El Aissami al rechazar el informe que difundió la semana pasada el Departamento de Estado que determinó que Venezuela y Bolivia "fracasaron ostensiblemente" durante los últimos 12 meses en realizar esfuerzos significativos para cumplir las obligaciones a las que se han comprometido según acuerdos internacionales antinarcóticos.
Al defender las políticas de combate al narcotráfico el ministro dijo que las autoridades venezolanas han capturado y entregado en los últimos años "69 jefes importantes de organizaciones dedicadas al tráfico ilícito de drogas", de los cuales 15 han sido enviados a Estados Unidos.
"Por más que pretendan descalificarnos, por más que pretendan acecharnos, por más que pretendan agredirnos, nosotros respondemos de manera soberana y firme", dijo El Aissami al acusar a la agencia antidrogas estadounidense DEA de manejar "procesos viciados" y estar "penetrados por mafias".
El presidente Hugo Chávez ordenó a mediados del 2005 suspender el convenio con la DEA, alegando que algunos de sus miembros estaban implicados en "infiltraciones de inteligencia que amenazaban la seguridad y defensa del país".
