Ofende a Uribe confesión de su ex jefe de seguridad

BOGOTÁ, COLOMBIA (20/AGO/2012).- El ex presidente colombiano Álvaro Uribe consideró hoy una "ofensa" a su Gobierno la confesión de su ex jefe de seguridad, el general en retiro Mauricio Santoyo, quien se declaró culpable ante un tribunal de Estados Unidos de conspirar para proveer apoyo al grupo paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

De esta forma, Uribe retiró el apoyo brindado a Santoyo en junio pasado, cuando un fiscal de la Corte del Distrito Este de Virginia (Estados Unidos) le acusó de haber conspirado para el tráfico de estupefacientes con la red de sicarios de la Oficina de Envigado, creada en la década de los años ochenta por el capo Pablo Escobar, y con las disueltas AUC.

En una declaración escrita, Santoyo admitió hoy haber aceptado sobornos de miembros de las AUC a cambio de información sobre las operaciones en curso de aplicación de leyes y otros tipos de asistencia, que permitieron a ese grupo paramilitar participar en actos terroristas y facilitar su actividad en el tráfico de estupefacientes.

Uribe se sirvió, como es habitual, de su perfil de la red social Twitter para reaccionar a este hecho y defender la integridad de sus Gobiernos (2002-2006 y 2006-2010).

"La lucha contra el terrorismo no puede tener alianzas de representantes de instituciones con bandidos", escribió en primer lugar el mandatario, quien a continuación aclaró: "nuestro apoyo a las Fuerzas Armadas fue para fortalecer al Estado, nunca para permitir alianzas con criminales".

Después, identificó su gestión como "el Gobierno que empezó a combatir y desmontó a los paramilitares" y se defendió: "denuncié públicamente (visibilicé) bandidos de todas las organizaciones que en anonimato protegían su impunidad".

"El apaciguamiento con guerrillas y paramilitares corrompió integrantes de nuestras Fuerzas Armadas", añadió, antes de opinar que "la institución y la confianza no se pueden enturbiar".

Uribe consideró más tarde que el contenido de la confesión de Santoyo es una "ofensa" a su Gobierno, frente a la que sólo cabe hacer una defensa con "hechos".

Y concluyó: "defrauda confianza del primer y único Gobierno que desmontó paramilitares, debilitó eficazmente a las guerrillas y los extraditó".

El actual Gobierno colombiano se refirió a este hecho a través de la canciller, María Ángela Holguín, como algo "lamentable" y deseó que se esclarezcan cuanto antes los hechos y sirva de ejemplo a los demás miembros de las fuerzas de seguridad de cómo no se debe combatir el narcotráfico y el crimen organizado.

El general retirado de la Policía se enfrenta a una pena mínima de 10 años de prisión y a una pena máxima de 15 cuando sea sentenciado el próximo 30 de noviembre.

La investigación sobre Santoyo arrancó con las declaraciones de tres jefes de las AUC extraditados a Estados Unidos, Salvatore Mancuso, Juan Carlos "El Tuso" Sierra y Carlos Mario Jiménez o "Macaco", quienes lo vincularon con estos hechos.

Santoyo, que se retiró de la Policía Nacional en 2009, conoció a Uribe en 1995, cuando formaba parte de la unidad antisecuestro de la Policía, después custodió su campaña electoral y prestó servicio en su primer período de Gobierno.

El hoy ex presidente, que también gobernó de 2006 a 2010 y que afirmó que él no intercedió nunca para que le dieran cargos a Santoyo, había dicho que su desempeño como jefe de seguridad cuando él era presidente fue bueno.