Irapuato, Guanajuato.- Una llamada al 066 aseguraba que un artefacto explosivo estaba en las instalaciones del Centro de Investigaciones, ubicado en el libramiento Norte, para que fueran a checar por que iba a estallar, por ello fueron movilizados los cuerpos de seguridad y auxilio, quienes encontraron efectivamente una caja envuelta con papel regalo hasta con moño verde, en cuyo interior se descubrieron varios cartuchos de dinamita, conocida como TNT. Mientras la PGJE investiga un acto de terrorismo, elementos del ejército se llevaron el explosivo con cautela para evitar algún desaguisado.
Según los datos recabados con las autoridades competentes, ayer poco después de las 07:00 horas, la Policía Preventiva recibió una llamada a los teléfonos de emergencia, donde un sujeto señalaba que en el CINVESTAV había un artefacto que estallaría, para que fueran a checar, indicando que no se trataba de una broma.
Por ello policías del sector, bomberos y personal de Protección Civil fueron al centro de estudios e investigación, pidiendo al velador el acceso para checar las instalaciones, tardando casi una hora, para al fin en una bodega, donde se guardan los materiales químicos con que realizan experimentos, detectaron una caja de aproximadamente 70 cm de alto por 33-35 de ancho, la cual estaba cubierta por papel regalo, de conocida tienda y atado con un moño color verde.
Tras cuestionar al velador sobre si alguien entró minutos antes, las autoridades se enteraron que ayer sábado y domingo no entra nadie por que las labores son hasta el viernes. Verificándose las cámaras de seguridad del lugar y fue ahí donde se vio a un sujeto encapuchado con vestimentas negras, el cual la noche anterior entró y dejó el paquete con los explosivos.
Mientras tanto de nueva cuenta se revisaron todas las instalaciones del lugar, en busca de algún otro objeto o artefacto extraño, habiendo sido llamados elementos del ejército mexicano para que con aparatos especiales revisaran el supuesto explosivo, indicando que se trataba de dinamita(TNT), pero que carecía de algún mecanismo electrónico o disparador a control remoto. Aunque con cierta temperatura cabía la posibilidad de que explotara.
Por tratarse de un posible acto de terrorismo, el Ministerio Público acudió con peritos de la PGJE a dar fe del hecho y a realizar las primeras investigaciones del caso. Autorizando después a los militares para que sacaran en un vehículo especial, conocido como "olla" el paquete explosivo y lo llevaran a sus instalaciones de la zona militar para resguardo.
